Hungría es un país lleno de historia y cultura, con hermosos paisajes y una rica gastronomía. Sin embargo, uno de sus mayores tesoros son sus termas termales, famosas en toda Europa por sus propiedades curativas y relajantes. Ubicadas en la capital, Budapest, estas aguas termales son una visita obligada para cualquier viajero.
Las termas de Budapest se remontan al siglo XVI, cuando los turcos otomanos ocuparon la ciudad y construyeron baños termales en estilo turco. Hoy en día, hay más de 100 baños termales en Budapest, cada uno con sus propias características y encanto. Los más famosos son los baños Széchenyi, con sus impresionantes piscinas al aire libre y arquitectura neobarroca, y los baños Gellért, con su impresionante decoración art nouveau.
Además de relajarse en las aguas termales, también se pueden encontrar una variedad de servicios de spa, como masajes y tratamientos faciales. Y para aquellos que buscan una experiencia más auténtica, también hay baños termales menos turísticos en el campo húngaro.
No solo son un lugar para relajarse, sino que las aguas termales también tienen propiedades medicinales. Se cree que ayudan a aliviar dolores musculares y articulares, así como a mejorar la circulación y la salud de la piel.
Si estás planeando un viaje a Europa, no puedes dejar de visitar las termas de Budapest en Hungría. Te aseguramos que te sentirás renovado y rejuvenecido después de un día de relajación en estas aguas curativas.