Bélgica es un país pequeño pero lleno de encanto, y uno de sus tesoros más preciados es la ciudad medieval de Bruges. Con sus pintorescos canales y arquitectura gótica, esta ciudad es como un cuento de hadas hecho realidad.
Bruges es conocida como la Venecia del Norte, ya que sus canales son un punto central de la ciudad. Pasear en un paseo en bote por los canales es una experiencia que no se puede perder, especialmente durante la noche cuando las luces iluminan los edificios y crean una atmósfera mágica.
Pero Bruges no solo es hermosa por fuera, también tiene una rica historia y cultura. La Plaza del Mercado es el corazón de la ciudad y está rodeada por impresionantes edificios como el Ayuntamiento y la Basílica de la Santa Sangre. En el interior de la basílica se encuentra una reliquia sagrada, la sangre de Cristo, que se exhibe en una procesión anual que atrae a miles de personas.
Otra atracción imperdible es el lago del Amor, un lugar romántico rodeado de vegetación y pequeños puentes. Y si eres amante del chocolate, no puedes dejar de visitar el Choco-Story, un museo dedicado al chocolate belga.
Bélgica es un país que no se puede dejar de visitar, y Bruges es una joya que no se puede perder. Así que si estás buscando un destino que te transporte a otro mundo, ¡no busques más que Bélgica y su encantadora ciudad de Bruges!